lunes, 26 de octubre de 2015
El Gran Hotel Budapest
El Gran Hotel Budapest del director Wes Anderson es una película sorprendente y de una estética deslumbrante, que nos transporta a la grandiosidad de los antiguos hoteles de la Europa del Este.
El argumento de la película se basa en la historia de Gustave H. (Ralph Fiennes), un legendario conserje de un famoso hotel europeo de entreguerras, y de su amistad con Zero Moustafa (Tony Revolori), un joven empleado al que convierte en su protegido. La historia trata sobre el robo y la recuperación de una pintura renacentista de valor incalculable y sobre la batalla que enfrenta a los miembros de una familia por una inmensa fortuna. Como telón de fondo, los levantamientos que transformaron Europa durante la primera mitad del siglo XX.
Ganadora de 4 Premios Oscar (mejor banda sonora, dirección artística, vestuario y maquillaje), un Globo de Oro a Mejor película (comedia o musical) y 5 Premios BAFTA (incluyendo el de mejor guión original), supuso una de las grandes sorpresas de 2014.
Tanto la historia en sí misma, como los personajes están muy bien diseñados pero, sin duda, el secreto para tanto premio es el trabajo visual, que transforma todos los elementos de la película en objetos irrepetibles, que te hacen sumergirte en un original, extravagante y colorido universo, en el que ver la película se convierte en toda una experiencia estética. En este sentido, además del director, Wes Anderson, cabe destacar el trabajo excepcional de todo el equipo creativo de la película, desde su director de producción, Adam Stockhausen, pasando por de los directores de arte, Stephan Gessler, Gerald Sullivan y Steve Summersgill, y, con carácter excepcional, de Annie Atkins, diseñadora gráfica jefe, que ha sido la encargada de diseñar de forma artesanal desde la tipografía hasta cualquiera de los objetos que van apareciendo a lo largo de la película y que forman parte del universo de la misma.
Para la gráfica de El Gran Hotel Budapest se ha partido de referentes reales de la época, adaptándolos y utilizandolos de forma tan elegante y cuidada, que nos transmiten una sensación mágica, que nos transporta al pasado como si de un sueño se tratase.
Las paletas de color utilizadas, la estructura en capítulos con cartelas introductorias distintas en cada uno de ellos de acuerdo al contenido, el diseño de cada pequeño objeto, las maquetas y paisajes dibujados de los decorados, todo funciona como un conjunto unificado que da sentido a la película y que funciona a la perfección con el tono finamente irónico del argumento, creando un clima entre lo real y lo imaginario.
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